martes, 29 de octubre de 2013

La tenebrosa noche de Halloween

 

La tenebrosa noche de Halloween
POR: Estefany Fonseca López 
Universidad Sergio Arboleda



El 31 de octubre de cada año es muy común que a muchas personas les de miedo salir a la calle este día, disfrazarse o salir a alguna fiesta. Ya sea por sus costumbres religiosas o simplemente por pánico a lo que hemos observado en películas de terror y en las noticias.

En el Cementerio central de Bogotá son  normales los hechos que se presentan cada noche, los funcionarios encargados de la seguridad han experimentado diferentes situaciones causantes de una parálisis momentánea del susto pasajero, hasta la parálisis definitiva que ha conllevado a muchos a renunciar a su trabajo después de observar cosas sobrenaturales o sentir la presencia de algún espíritu.

Como es el caso de Edgar Obando, quien cada noche duerme con cientos de muertos que adornan el cementerio con sus lapidas e intimidan con la presencia de sus almas, pero a Edgar no lo han logrado intimidar, pues el lleva cinco  años trabajando allí y como él afirma, es el que más antigüedad tiene, porque ha tenido compañeros trabajadores que no han durado ni un día porque salen privados sin ganas de volver a trabajar.

Y según cuenta un 31 de octubre hace dos años, el se encontraba trabajando cuando escucho un ruido muy fuerte y eran unos jóvenes disfrazados, tenían túnicas negras, con palas, tratando de sacar un cuerpo de su tumba, “esto fue lo más escalofriante que ví, me dio mucho miedo verlos interrumpiendo ese cuerpo”

Este tipo de historias macabras son las que vemos en las películas, pero sin lugar a duda no están tan lejos de la realidad ya que la fecha del Halloween de significado "All hallow's eve", que quiere decir "víspera de todos los santos", ya que se refiere a la noche del 31 de octubre y  se presta para que se practiquen rituales en tributo al diablo, a las almas o a demonios.

Es muy común en las personas que practican rituales sobrenaturales en Halloween que se disfracen con atuendos característicos de la muerte, calaveras y cachos, donde predomina el color negro y por supuesto no puede faltar la sangre.

La noche en esta fecha, se convierte en el perfecto escenario para las escenas terroríficas que ocurren este día, pues ademas de los rituales, se hace sacrificios ya sea de animales o de personas, en especial los niños ya que según como afirma el pastor Andres Corson de la Iglesia, El Lugar de su Presencia, "los niños son inocentes y almas puras" ademas de las alarmantes cifras de muertos y desaparecidos que se reportan al siguiente día; por el pastor hacer referencia a que los padres deben cuidar muy bien a sus hijos ya que  esta fecha se debe disfrutar para compartir con los niños, en familia y cuidarlos mucho porque existe gente muy mala que se aprovecha de esta fecha para hacerle daño a los demás.







viernes, 25 de octubre de 2013

EL MAS ALLÁ


Por: Stefania Ramirez Peña


Mientras cae la tarde, una pequeña lluvia cae sobre este cementerio donde yacen miles de cuerpos, miles de almas deambulan a la espera de que alguien no los olvide, miles de almas que son cuidadas por un grupo de hombres vestidos con trajes azul oscuro. Entre ellos Genaro Bastias un hombre de 62 años, estatura media y quien ha entregado su vida entera a “sus amigos los muertos” como él se refiere a ellos, sus años ya se le notan en las arrugas que se encuentran en su rostro, un rostro que ha tenido que vivir en compañía de estos hombres que están en tumbas dormidos para siempre.

Pasan las horas y la tarde se hace aún más oscura, más triste, más fría, entre los senderos mojados se encuentran niños, hombres y mujeres muertos por alguna circunstancia desconocida. Al caminar se siente el miedo, se siente la nostalgia de estos seres que ya no están en la tierra, estos seres del más allá que hoy solo el recuerdo dan. Entre más caminamos sobre estos angostos pasadizos más tenso se vuelven los pasos y más historias cuenta Genaro Bastias, quien asegura que en las noches se ven a través de las cámaras estas almas volando sobre las tumbas, se escuchan sonidos y asegura que muchos de sus compañeros han abandonado este para él su mejor trabajo.

Noche  tras noche estas almas salen de sus lugares de reposo para encontrar una compañía en Genaro mientras son cuidados por este hombre quien debe todas las noches con una única compañía revisar que no hayan personas de este mundo aun en el cementerio, su compañía es la linterna.

Durante sus turnos nocturnos asegura que él siente los fantasmas que deambulan cerca de él; el frio se apodera de su cuerpo, los nervios se salen a flote  y una extraña sensación se empieza a notar, sin embargo él le reza a Dios y le encomienda como todos los días la noche que debe pasar con estas personas de blanco.

Entre misterios, rosas rojas, tumbas desgastadas, fantasmas del más allá y lápidas con cuerpos sin vida, todas las noches este hombre debe dormir por rato con una única compañía los muertos.


Entre los angostos pasadizos de este cementerio se reúnen familiares a llorar a un ser querido que ha perdido, entre llanto, lluvia, música, flores y una multitud de personas llega una caravana a despedir por última vez a un ser que ya no está aquí, un ser que ya está más allá, allá donde todas las personas de blanco se reúne para jamás volver. Una mujer de negro, piel blanca, lentes negros y con una rosa roja se para frente al ataúd se arrodilla, eleva su cabeza al cielo por las gotas de lluvias que caen  y mientras se escuchan alaridos de los demás esta tira la rosa hacia el ataúd. Mientras ponen la lápida los alaridos se hacen más fuertes y el lugar se pone aún más tenso, mientras tanto don Genaro dice “esto pasa todos los días”, al terminar los familiares se van, la mujer se sube a su auto y por su puesto Gabriel Antonio Rivera se ha ido, ahora será una compañía de Genaro Bastias durante las noches heladas de Bogotá.

jueves, 24 de octubre de 2013

EL ESPECTRO



Universidad Sergio Arboleda Lenguaje                                                                                                    Lenguaje Cinematográfico                                                                                                                      Christian Martínez                                                                                                                                    Comunicación Social y Periodismo  

Una historia de nunca acabar


                                  FOTO: CHRITSIAN MARTINEZ

Bogotá es un lugar lleno de contrastes, donde los ricos  viven a unas cuantas cuadras de los  pobres, ya que es evidente que las fronteras imaginarias entre los barrios no están tan distantes el uno del otro. El lugar más adecuado para resaltar este fenómeno  sería el barrio el Codito ubicado en la capital colombiana.

El Codito se encuentra al norte de Bogotá, exactamente en la localidad de Usaquén donde a simple vista  las diferencias no solo son económicas sino sociales, ya que se encuentran desde bandas criminales, hasta de microtráfico, sicariato y extorsión. Pero  el drama central de  esta historia no son las clases sociales, sino en aquellos que no tienen oportunidades para  salir  adelante en  una sociedad, que día a día sus círculos se van haciendo más complejos y duros de penetrar.

Una consecuencia de esta negativa, es al acceso a la educación y al progreso, es la guerra por el control de zonas con el fin de adquirir un territorio lleno de fronteras invisibles donde se evidencia el claro deceso de un barrio que en sus promesas no ha logrado encontrar el éxito.  En esta caso  especialmente se centrará en dos pandillas lideradas por dos hombres  ambiciosos, líderes  y que en algún momento fueron visionarios para mejorar la situación actual de su barrio, específicamente el Codito. 

Estos dos hombres de 23 y 25 años  son los protagonistas de varios delitos en los cuales se destaca: homicidio, reclutamiento de jóvenes  para las pandillas, “ollas” de drogas, deserción de jóvenes en los colegios distritales de la zona, con el fin de cometer delitos.

Sin embargo el giro más impactante en este relato es  cuando uno de ellos, el líder de la Banda “Perros Rabiosos” considerada como una de las bandas  más poderosa. En el Codito ve como uno de sus eternos rivales se podrían denominar como ‘aliados’, excusa para ascender en el escalafón de los criminales, sin embargo lo que no sabía Oscar Pérez Jaramillo de 23 años, era la traición  que se venía en curso por parte de Los Perros Rabiosos. Una vez traicionados, Los plomo Jackson, Jario Castro se convierte no solo en el cabecilla de una nueva banda delincuencial, conocidos como los “Perro come Perros”.

Pero el plan perfecto de Castro, tendría un pequeño defecto y es que no contaba que Jaramillo, saldría con vida de esta traición, peor aún con una sed insaciable de  venganza  que tal vez no acabaría hasta ver a  su   peor enemigo muerto, ya que él lo ha dejado en un mundo “cerrado”, sin “oportunidades” y lleno de muerte.

Lleno de odio en sus venas, Oscar conocido como el Viejo Abue, iniciara un grupo de delincuencial, mucho más eficiente y eficaz, donde pondrán en aprietos a Jairo y sus secuaces y quienes llevaran el nombre de los rabiosos caídos.

Transcurrido 6 meses  de guerra donde los encuentros se realizaban en los parques, centros comunales, y colegios, parecía que este infierno no tendría fin, ya que cada día más jóvenes eran reclutados, asesinados y desplazados por sus vínculos con las bandas además de su apatía hacia ellas.  
La policía quien intenta poner fin una carrera delincuencial no es más que un actor más en esta guerra, ya que en el transcurso de estos meses las bandas han logrado comprar altos cargos de la policía.


La guerra continua involucrando más gente, políticos, guerrilleros, entre otros con el fin de demostrar quién manda a quien y quien cae primero, para dominar el Codito y además expandir su territorio.


Universidad Sergio Arboleda Lenguaje                                                                                                   Cinematográfico                                                                                                                                       Lynda Guedes                                                                                                                                       Comunicación Social y Periodismo  

La casa de la muerte



No hay lugar con más sangre, muertes e historia como la calle 13 entre carreras 31 y 32. Desde 1925 este lugar es mítico en la capital. El Matadero Distrital no solo alberga ganchos y cuchillos, sino también vivencias.

Sombrío, pero siempre recordado como una insignia de la industrialización de Bogotá, el Matadero es el lugar perfecto para una historia de terror, suspenso y muerte. Un terreno amplio para sacrificar, despellejar, limpiar y empacar carne que para este caso no sería de ganado, sino de personas perseguidas por un hombre con un completo desorden mental y metido en una de las historias más memorables del cine, la de Jason. 

Desde 1993 está clausurado y las ruinas no se han hecho esperar, y antes que la Universidad Distrital lo conviertan en biblioteca, este es el escenario perfecto para la persecución por parte de aquel hombre completamente loco.

Pero ahí no solo transcurre la historia, pues el lugar propicio para un desarrollo y final de la trama sería la estación del Ferrocarril de la Sabana de Bogotá. Con más de cien años de historia e igual que el Matadero con vivencias.

Allí es el lugar adecuado para que el protagonista de la historia viva el final de su locura, pues no solo se enfrenta a la historia ferroviaria de la ciudad, sino que también el de los recuerdos que iniciaron su trastorno mental.

Y quizás un papel fundamental para el desenlace de la historia es el de uno de los que por motivos de suerte quedo vivo en donde empezó la masacre, es decir en el Matadero, pues hay que ponerle fin a un asesino en serie y nadie mejor que aquel que perdió a algunas de las personas que más quería por culpa de personas que nunca conoció y de una que por motivos de la vida se encontró y resultó ser un completo loco.

Gabriel Suárez y su mejor amigo Oscar Arciniegas llegados recientemente a Bogotá desde Arauca. En su arribo a la capital pisan lo más emblemático de la ciudad, el centro capitalino, lleno de historia. Llegados a Bogotá conocen a una mujer, María Chaparro, quien los invita a quedarse en su casa, un inquilinato administrado por un hombre de unos 45 años, este lugar está ubicado a pocas cuadras del Matadero Distrital.  

Al llegar al inquilinato el administrador del sitio, Luis Ochoa, un hombre que presenta desórdenes mentales a raíz de los abusos que sufrió desde temprana edad se obsesiona con los dos visitantes de María. 

Al llegar al inquilinato los dos hombres comienzan a examinar el lugar, y sobre todo la habitación de María. No paso mucho tiempo, pues apenas unos días después Ochoa era amigo de los dos araucanos que no sospechaban lo que pasaría al anochecer de ese día. 

Hacía la media noche, Ochoa salió de su cuarto, con un abrigo que le llegaba hasta los tobillos, en todos los bolsillos lleva cuchillos y un golpe seco en la puerta donde están durmiendo los tres jóvenes inicia la noche más larga del Matadero en la que solo uno sobrevive.

El golpe solo es el inicio de una carrera que durara tres horas y terminara con la muerte de Gabriel y Oscar en el Matadero descuartizados y con María perpleja del susto escondida dentro del mismo lugar en espera de poder escapar a lo que ella creía era su salvación, la Estación del Ferrocarril.

Allá María entiende que correr de Ochoa solo postergara su muerte, pero no la evitara del todo. Y en ese momento decide ir en contra de todos sus principios y acabar con la vida del asesino de los dos visitantes a la capital de forma que a pesar del trauma ocasionado por lo sucedido se asegura de que  nadie más sea asesinado por un hombre resentido por la violación de su padre y la muerte trágica de su madre. 




Por: Carolina Pérez Téllez

Después de ver a su novio besar a otra mujer y tener una fuerte discusión, Susana salió ofuscada  a las 2 de la madrugada de la discoteca Buffalo, unas de las más conocidas y concurridas de un pequeño pueblo llamado Madrid.

La joven de 21 años empieza a caminar por las calles oscuras en las que se encuentran algunas casas y establecimientos cerrados, por las ceras se ve pasar personas que están bajo el estado el efecto del alcohol. De vez en cuando pasa un carro o un taxi, pero ella no toma ninguno de los vehículos debido a que no tiene un peso para pagar uno que la lleve a su casa que queda en el pueblo aledaño,  Mosquera, que se encuentra a tan sólo 5 minutos en carro, pero caminando aproximadamente a unos 45 minutos o una hora.

Dejando a un lado las calles habitadas por los madrileños, la delgada mujer, de cabello negro y largo, tez blanca, empieza a caminar por la zona fronteriza entre los pueblos, que cuenta sólo con una extensa carretera deshabitada, complemente oscura, la cual es iluminada ocasionalmente por los vehículos que transitan, en la cual se pueden observar grandes bodegas, cuyo interior se encuentran desocupado y sólo hay mercancía triada de todos los rincones del país, al mismo tiempo estás están rodeadas por extensos terrenos desolados y oscuros cubiertos por la espesa neblina de la madrugada que no permite ver nada.

El arte de envejecer!!


 por: Laura Villalobos

Mitos y verdades del Cementerio Central

Mitos y verdades del Cementerio Central


Foto:: www.sitioco.co -  Recorridos nocturnos Cementerio Central


Uno de los lugares más emblemáticos de Bogotá es, sin lugar a dudas, el Cementerio Central,  famoso por su arquitectura y por su antigüedad es un lugar que es considerado por muchos como uno de los espacios más tenebrosos de la capital.

Cuadro de texto: Fotografía: www.sitioco.co -  Recorridos nocturnos Cementerio CentralPor: Rolando Sánchez Amézquita

“No creo en las brujas, pero que las hay, las hay”, dichosa frase popular que se podría aplicar al tema de los fantasmas. Los escépticos dicen que no existen que son puros miedos reprimidos o juegos de la mente. Sin embargo un gran número de personas cree fielmente en la existencia de almas en pena que rondan por diferentes lugares asustando a la gente.

Uno de los lugares que más tenebrosos de la capital es el famoso Cementerio Central, el más antiguo de Bogotá construido en 1836 por reconocidos arquitectos de la época y que luego fue declarado Monumento Nacional por el decreto 2390 del 26 de septiembre de 1984.

Su antigüedad, su pálido color gris y sus largos pasillos de bóvedas espectrales y mausoleos tenebrosos de más de un siglo de construcción han convertido este monumento histórico en un lugar digno para la grabación de una película de horror.

Algunos aseguran haber visto salir sombras de las bóvedas, otros dicen que en este espacio habitan brujas, nada se ha podido comprobar, sin embargo este lugar se ha convertido en uno de los más visitados en esta época de Halloween.

El sitio más tenebroso del cementerio es “El Caracol”, un lugar con una escalera metálica que da el ingreso a un cuarto bajo tierra, en el que están restos de personas desde hace muchos años.

Las energías paranormales que se presentan en este sitio no se deben a esta cantidad de muertos sepultados, sino a los que por muchos años escogieron este sitio para suicidarse o traer a sus víctimas, las cuáles violaban y asesinaban.

Foto: http://bogota.vive.in/porlaciudad/bogota/
Créalo o no, ya existen tures de miedo que ofrecen una experiencia única al recorrer este lúgubre lugar. Recorridos nocturnos por los pasillos más oscuros del Cementerio acompañados por extraños sonidos y la aparición repentina de fantasmas, interpretados por actores de la compañía, pueden lograr que usted experimente la sensación más escalofriante y aterrorizante de su vida.

Cuadro de texto: Fotografía: www.sitioco.co -  Recorridos nocturnos Cementerio CentralEste singular tour puede llegar a costarle entre $100.000 y $500.000 pesos, dependiendo de la cantidad de personas con las que vaya a tomarlo. Una cifra un poco escandalosa si se tiene en cuenta que usted está pagando para que lo asusten. Sin embargo, como en este mundo hay clientes para todo, este viaje es uno de los más apetecidos para este mes de octubre.

A pesar su fantasmal reputación hay otros que hacen diferentes rituales en las tumbas de este cementerio, como en la tumba de Leo Siegfried Koop muerto en 1858, fundador de la primera empresa de cerveza del país, que posteriormente se convirtió en Bavaria, a la cual llegan multitudes de personas a pedirle trabajo y vivienda, también por ser el fundador del barrio La Perseverancia de Bogotá en el que construyó varias viviendas para sus empleados.

Y cómo no citar el popular ritual de la fiesta de las almas, todos los primeros de noviembre el cementerio se convierte en una fiesta en la cual el licor y la música hacen que los muertos revivan de una manera particular, puesto que los familiares de éstos les hablan como si estuvieran presentes.

¿Entonces es fantasmal o no este Cementerio? Difícil de responder a ciencia cierta, lo importante es que independientemente a lo que la gente crea, este singular lugar siempre estará presente en el colectivo popular de los bogotanos.


miércoles, 23 de octubre de 2013



Por Juan David Barrios Morón                                        


UN ENIGMA EN USAQUÉN

 En un suelo antiguo poco contemporáneo, donde llegan cientos de palomas entre la alegría y carcajadas de la gente, mas adentro, en la iglesia donde se oyen rezos y lamentos, sobresale la figura de un hombre de traje, gabardina y sombrero buscando respuestas. Respuestas al crimen de una mujer en una tarde lluviosa y fría en Usaquén.
  
Así comienza esta historia detectivesca, entre las calles coloniales de un pueblo de antaño, que hoy hace parte de la gran ciudad. Y entre la historia de un parque que lleva el legado de miles de personas que por ahí circundaron sus alrededores.

Esa noche era fría y lluviosa. Los árboles en su punto más alto acariciaban el viento, y entre lo más profundo del parque de Usaquén se divisaba la luz parpadeante de una linterna muriendo entre la lluvia.

En ese momento Alguien se acerca al sitio donde la luz del farol está a punto de extinguirse, y después de caminar varios metros entre los adoquines mojados, logró sentir la presencia de alguien más. Quizás, la del propietario de dicho objeto.

Al tomar la linterna, observa un camino de huellas un poco raro, posiblemente por la dirección hacia donde se encontraban. Justamente ahí, al levantar su mirada entre la oscura noche, logró divisar el cuerpo de una mujer. Puesto ahí, como un bulto entre los matorrales.

A La mañana siguiente el lugar ya estaba acordonado por la policía, y los detectives del caso empezaban a desarrollar su labor. ¿Quién la asesino? era la pregunta que todos se hacían, mientras que el pulcro detective Charles solo busca respuestas. Respuestas a un crimen lleno de crueldad y desahogo.

El cuerpo de la mujer se encontraba flagelado. Sometido a una tortura difícil de explicar, pero a la que el sagaz Charles tenía que lograr resolver en el menor tiempo posible para hallar al criminal.

Esa mañana también era fría y lluviosa. Como si hiciera de antesala a la muerte de María, y como si los arboles llenos de luto, lamentaran la muerte de la rubia, aquella noche de octubre.

El detective Charles, amante de las ciencias y de todo tipo de misterios, tenía que emplear su conocimiento, observación,  análisis y deducción para resolver este cruel caso. Nada iba a ser fácil, pero él sabía en el fondo, que su espíritu policial lo iba a llevar a encontrar al culpable de este atropello.

Usaquén es el escenario perfecto para realizar un rodaje detectivesco al estilo de Sherlock Holmes y Scotland Yard. Sus calles, casas, iglesia, cementerio y plaza colonial son llenas de historias, en medio de un ambiente arcaico que te traslada a aquella época de carrozas, caballos y veladoras para iluminar en la oscuridad. Sin duda Usaquén y sus vientos de años atrás, son idóneos para una locación del género policial.

“Este parque es uno de los lugares con más historia en Bogotá ya que es un espacio que hace años fue testigo de luchas por la independencia colombiana y 200 años después, es escenario de eventos culturales como el encuentro entre cuenteros, músicos, artistas, entre otros personajes, que le siguen dando vida y armonía a este lugar.

El parque se construyó siguiendo un poblado español, el cual debía contar con una estructura que siguiera los parámetros de las ciudades americanas de principios de siglo XVI, los cuales eran una iglesia y una plaza rodeada por sus pobladores.

En el centro de la plaza hay una vieja fuente que sigue conservando su estructura colonial y una estatua del legendario libertador Simón Bolívar. A este espacio público lo rodea la Parroquia Santa Bárbara, construida a finales del siglo XVI”.